Thursday, March 2, 2017

Conversación con Silvina Duschatzky


Una de las propuestas que son habituales al inicio del año escolar es la organización de jornadas institucionales de capacitación. Son jornadas en las que los docentes se reúnen en pleno con el objetivo de intercambiar información relevante a las planificaciones escolares, y también, hay ocasiones en las que nos visitan referentes del mundo de la educación. En el día de hoy hemos compartido una charla ofrecida por Silvia Duschatzky. Han sido dos a tres horas de diálogo profundamente enriquecedor, de intercambio de ideas valiosas, tiempo en el que hemos generado un espacio en el que la reflexión sobre cuestiones fundantes del quehacer escolar fue intensa.



Con su voz serena y mensaje poblado de referencias a autores y bibliografías, Silvia nos ha exhibido una forma renovada de pensar la escuela. Nos invita a investigar en acción y preguntarnos ¿qué lugar ocupa la escuela hoy? ¿Cómo podemos otorgar sentido a las prácticas educativas en un contexto de incertidumbre? ¿Cuáles son los elementos organizadores de una práctica educativa contextualizada? ¿Cuáles son los verdaderos problemas de la escuela? Y nos advierte que para esbozar una respuesta a estas preguntas debemos pensar por fuera de las categorías tradicionales, debemos aceptar que nos posicionaremos en un lugar incierto, debemos experimentar en lo desconocido dejándonos afectar por lo que aún desconocemos. En este sentido, su investigación se centra en cuáles son esas formas de afectación en contextos escolares y cómo podemos subjetivar esa acción para darle un sentido constructivo.

En el marco del encuentro, Silvia ha hecho referencia a la serie televisiva "Black Mirror".  Esta referencia es particularmente interesante, en tanto el signo de los tiempos refiere a la idealización de la tecnología en contexto educativo. Se trata de una serie cuyo argumento gira en torno a cómo la tecnología afecta nuestras vidas, en ocasiones sacando lo peor de nosotros. El primer capítulo de la tercer temporada de la serie es titulado "Nosedive", cuya traducción literal es picado vertical (en inglés el término refiere a una aeronave cayendo de nariz) En este capítulo, los protagonistas se califican con "likes" o cantidad de "estrellas" en cada interacción social que realizan. Esas calificaciones sociales afectan por completo las vidas de los protagonistas, al extremo que los grupos sociales están definidos como intervalos de valor en estas calificaciones sociales.





Resumen del argumento
Lacie Pound (Bryce Dallas Howard) vive en un mundo donde la gente vive obsesionada con valorar cada interacción social con hasta cinco estrellas. Lacie, que está obsesionado con ser recibido bien, comienza el episodio con una calificación de aprobación de alrededor de 4,2. En cambio su hermano, no tiene la misma preocupación por su calificación social. Ella y su hermano deben cambiar de hogar, y pretende lograr alquilar una lujosa propiedad, para lo cual debe abonar una cuantiosa suma de dinero (que no posee) o lograr al menos una calificación social de 4.6.
Entre tanto, Lacie protagoniza algunos entredichos con su hermano y allegados, quienes la califican con pocas estrellas y logran bajar su ranking social. Esta situación la aleja de cumplir su sueño de vivir en una propiedad lujosa.
Es entonces cuando una amiga de su infancia la contacta para que asista a su boda. Su amiga tiene una puntuación social muy superior y consecuentemente un círculo social con calificaciones igualmente superiores a las de Lacie. Lacie ve en esta invitación la oportunidad de interactuar con personas que podrían calificarla con cinco estrellas y así aumentar su promedio de puntuación social, permitiendo en última instancia acceder a la propiedad de sus sueños. Decide, entonces, aceptar la invitación de su amiga de la infancia.
Ella va a un aeropuerto para viajar a la boda, pero está consternada al saber que su vuelo original ha sido cancelado. El asistente del aeropuerto le informa a Lacie que hay un asiento disponible en otro vuelo, pero necesita un rating de 4.2 para conseguirlo. Luego de los entredichos que sufrió, la puntuación de Lacie no es suficientemente alta como para obtener un asiento en un vuelo alternativo. Por frustración, Lacie causa una escena y la seguridad le da un castigo de 24 horas que reduce temporalmente su puntuación en un punto entero a 3,1 y todos los downvotes que recibe incurrirá en un doble multiplicador. Después de que se le pidiera que saliera del aeropuerto, Lacie se ve obligada a alquilar un coche para hacer las nueve horas de viaje a la boda de Naomi.
A partir de ese momento todo parece caer en picada. Una serie de hechos infortunados provoca que las interacciones sociales de Lacie sean calificadas con puntuaciones muy bajas, haciendo que su ranking social sea aun inferior. En última instancia, Lacie es rechazada para asistir a la boda de su amiga, debido a su bajo ranking social, provocando un escándalo en la receptción de la boda. Todos los asistentes a la misma califican a Lacie con cero estrellas y finalmente su ranking social cae a cero, momento en que es arrestada y encarcelada. Mientras que en su celda, ella comienza a intercambiar insultos con otro preso (Sope Dirisu), y su cólera recíproca da vuelta al placer mutuo mientras que realizan que ahora están libres hablar sin temor.


Desde esta perspectiva, Silvia nos introduce a uno de los conceptos centrales en el pensamiento de Baruch Spinoza: ¿Qué puede un cuerpo? Los afectos son devenires: unas veces nos debilitan, en la medida en que disminuyen nuestra potencia de obrar y descomponen nuestras relaciones (tristeza), y otras nos hacen más fuertes, en la medida en que aumenta nuestra potencia y nos hacen entrar en un individuo más amplio o superior (alegría). Creemos que somos libres en nuestras elecciones únicamente por el hecho que somos conscientes de nuestros deseos, hábitos y necesidades. Aún cuando ignoramos por completo cuál es la génesis de esos deseos, La libertad entendida de esa forma, consiste meramente en saberse atraído a las cosas que le son necesarias, pero desconociendo la naturaleza de esa atracción. 

" el niño cree que apetece libremente la leche, y el chico irritado, en cambio, que quiere la venganza, y el tímido la fuga. El borracho, por su parte, cree que habla por libre decisión del alma cosas que después, sobrio, quisiera haber callado; e igualmente el delirante, la charlatana, el niño y muchísimos de esta calaña creen hablar por libre decisión del alma, siendo así que no pueden reprimir el impulso que sienten de hablar." Baruch Spinoza




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